BOLETÍM CULTURAL
CATINA MUNDI
Boletim de letras, ideias, diálogos e crítica
Casa México- Aljuriça (Portugal)
Casa de Mexico, casa de la cultura, donde los libros son la verdadera Universidad.
(O primeiro Boletim electrónico publicado na Freguesia de Cadima para o Mundo)
…Para las niñas y niños de Portugal, México, Costa Rica, Hispanoamérica e America Portugueza es esta publicación mensual…
* Porque o mundo me empurrou/ Caí na lama, e então/ Tomei-lhe a cor, mas não sou/ A lama que muitos são. ( António Aleixo)
“ Há tantos burros mandando/ Em homens de inteligência/ Que as vezes fico pensando/ Que a burrice e uma ciência “ ( Antonio Aleixo )
Arre burro, arre burro, arre burro……………. ( B. Costa )
“ Ao refugiar-me nos livros aprendi a fugir do mal sem o experimentar”
Camilo C. Branco
*“Procurando o bem para os nossos semelhantes encontramos o nosso”
Platão
"A leitura para mim sempre foi uma fonte de prazer, e gostaria que isso fosse uma coisa generalizada." "Um país se faz com homens e com livros"
Monteiro Lobato
PUBLICAÇÃO MENSAL, em PORTUGUÊS e CASTELHANO, QUE TEM COMO OBJECTIVO A PUBLICAÇÃO DE TRADUÇÕES DE TEXTOS DE AUTORES PORTUGUESES, CASTELHANOS E LATINO-AMERICANOS, RESENHAS DE PUBLICAÇÕES RECENTES E PASSADAS E NOTÍCIAS SOBRE EVENTOS CULTURAIS D’AQUÉM E D’ALÉM MAR.
www.gandrasmexicocostarica.blog.sapo.pt
Presentación
Boletín de periocidad mensual aparece en septiembre de 2009 como fruto del amor por las letras luso-mexicanas. El objectivo esencial de Casa México es coadyuvar en la promoción y en la difusión de las literaturas clásica y contemporânea. Dicha publicación llega a los cuatro rincones del mundo por InterNet.
Catina Mundi recorda Matilde Rosa Araújo, a escritora que revestiu as páginas dos seus livros com perfume de rosas silvestres para as crianças dos quatro cantos do mundo.(1921-2010 )
Nunca e tarde para prestar homenagem a quatro ilustres e talentosas figuras do nosso Pais que deixaram marcas no Mexico. São elas: Joao RodriguesCabrilho ou Juan Rodriguez Cabrillo, Beatriz Costa, Fidelino de Souza Figueiredo e Joaquim de Carvalho Montezuma.
EDITORIAl
OS TEMPOS MUDARAM, AS MENTALIDADES NÃO
Hoje, segunda-feira, 6 de Abril, estou a pensar no Novo Governo PSD, e no futuro de Portugal. É bom recordar que refazer uma sociedade inteira em novas bases não é obra de uns meses. Leva anos, séculos. O único caso milagroso que conheço, com sucesso triunfante, é a recostrução total da Alemanha Federal depois de ter ficado completamente devastada durante a Segunga Guerra Mundial. Os alemães conseguiram, em menos de vinte(20) anos, levantar das cinzas um país empobrecido, derrotado e destruido completamente, e iniciar uma rápida recuperação económica.
Levantar um país custa muitos esforços, muitos sacrifícios, e o povo português não está mentalizado, ainda, para severíssimos esforços e sacrifícios. Somos gente de pieguices... Depois do 25 de Abril, era preciso educar o povo, criar nele um novo espírito nacional para ressurgir Portugal. Os países da Europa Central e Nórdica eram no século XVIII nações pobres e atrasadas como o é Portugal de hoje. Os povos desses países ricos e civilizados não são mais inteligentes que o povo lusíada. São, sim, mais preparados nas correntes educativas e nas correntes do pensamento contemporâneo. Em Portugal, somos um povo civilizado na aparência, unicamente, porque um terço- mais ou menos- da população não sabe ler nem escrever. Logo não sabe pensar. Recordo a frase de J. J. Rousseau" às árvores as endireita o cultivo e aos homens a educação". Na verdade, pretendemos viver à moderna, vestimos à moderna, mas no fundo sentimos e pensamos à antiga, com espírito virado aos pempos da pedra bruta...Somos uma nação morta, de poetas vivos... Valha-nos isso! Podiamos ser uma Suiça Ibérica e não passamos duma Nicarágua fantasiada.
Para podermos ser uma nação próspera, e sairmos do atolão económico em que estamos metidos será necessário educar o nosso povo, aprender a pensar para criar cérebros e riqueza, abrir Escolas de Artes e Ofícios para especializar os nossos jovens num ofício que lhes dê garantias para poderem tere uma vida digna e decente, e não tenham que emigrar para terras estranhas.
É necessário construir toda uma nova ALMA portuguesa, como desejara Antero de Quental,Soares dos Reis, António Nobre e Ramalho Ortigão, entre outros intelectuais lusos.
¡Es la silla, idiotas! ( É a CADEIRA, IDIOTAS! )
Si para Carlos Slim no ingresar a la televisión fue un gancho al hígado, para la izquierda mexicana ha sido un descontón que la sacó del ring.
Dentro de seis meses será el destape de los precandidatos a la Presidencia de la República y de aquí a un año iremos a las urnas a depositar nuestro voto. La presencia inmediata y rotunda de otra opción televisiva cuando ha comenzado la turbulencia previa a la gran fecha de la política mexicana, habría abierto la posibilidad de equilibrar la fuerza de las campañas, dar voz a quienes sólo la logran, si la logran, en la medida mínima a que la ley obliga en desventaja con otros políticos favorecidos descaradamente por dueños de medios.
Las ligas profesionales, amistosas y mercantiles del ingeniero Slim con funcionarios, artistas, intelectuales, jefes de Estado y líderes de opinión de la izquierda internacional y mexicana no pueden pasar inadvertidas para quienes toman decisiones que marcan el destino de los mexicanos.
Destaca su amistad estrecha y pública con el socialista Felipe González, uno de los estadistas más carismáticos entre los ex gobernantes europeos. Aunque no es consejero oficial del ingeniero, la lógica obliga a pensar que influye, con su experiencia en España y foros mundiales, sobre su amigo. Felipe González es figura respetada de una izquierda que contribuyó a la estabilidad española después de la transición. Muchas de sus vivencias son aplicables a la transición nuestra, distinta a la suya que emergía de una dictadura, pero transición al fin.
Ha fortalecido su relación con presidentes sudamericanos de izquierda, como Lula en Brasil y la señora Kirchner en Argentina. No es un hecho menor que doña Cristina, al llegar a México la semana pasada, visitara primero a don Carlos y cenara con él antes de ir al día siguiente a Los Pinos y comer con el presidente Felipe Calderón, a quien no debe haberle causado mucha gracia la cronología de este ceremonial arrabalero.
Mantiene trato muy cercano y añejo con Andrés Manuel López Obrador, abanderado de la izquierda mexicana. Me consta, porque durante los seis años de la Presidencia de Vicente Fox y la jefatura del Gobierno del Distrito Federal de AMLO asistí a las reuniones mensuales del Consejo Consultivo del Centro Histórico, al que fuimos nombrados cuatro ciudadanos mediante un documento insólito firmado por ambos gobernantes: el ingeniero Slim, el cardenal Rivera, el historiador Guillermo Tovar y de Teresa y el que esto escribe.
El esfuerzo conjunto logró la más positiva y profunda transformación del Centro desde su fundación. La voluntad política de López Obrador fue alentadora. Atendía a las propuestas de los consejeros y ordenaba la inmediata realización de las aprobadas. Destacaba en nuestro trabajo la coincidencia de ideas y opiniones entre Andrés Manuel y Carlos. Se puso a prueba, con buen éxito, la colaboración entre el gran representante del capital y el hombre que se considera presidente legítimo y califica de espurio a don Felipe.
Con Marcelo Ebrard, el otro precandidato de la izquierda, el ingeniero Slim ha mantenido contacto permanente en relación a los problemas, desarrollo de los servicios e infraestructura de la capital. Algunas de sus empresas participan en la construcción de obras públicas. Su propiedad de bienes raíces es la mayor de un particular en la ciudad. Y la reciente multimillonaria inversión en el Centro Carso, con un museo de arte gratuito, dada su magnitud no se realizaría sin el apoyo y visto bueno de Ebrard.
Numerosos síntomas externos contribuyen al diagnóstico, si no de simpatía mutua, por lo menos de la facilidad que tiene el ingeniero en su trato profesional y personal con figuras de la izquierda. El apoyo a sus opiniones y proyectos y el espacio que le dan los más respetables medios impresos de esa tendencia, configuran una imagen de afinidad que los observadores agudos no pueden ignorar. Agregue a eso las veces que Carlos ha criticado en público aspectos de las finanzas mexicanas y del manejo de algunos asuntos públicos y logrará que la alerta se encienda.
Una televisión nueva, poderosa, capaz de ser competencia en un momento tan oportuno de la política nacional, podría agitar las aguas navegables de nuestros comicios. Imagínese a una conductora non grata en Los Pinos al frente del principal noticiero de la cadena aplazada.
¿A qué grado influyó todo lo anterior en la negativa del gobierno mexicano a que el señor Slim ofrezca televisión de paga? En nada, por supuesto. ¿A quién se le ocurre que la política puede influir en decisiones de la Secretaría de Comunicaciones, apegadas al derecho?
Sólo a los malvados. Nunca faltan.
(*) Jacobo Jabludosky: Periodista y licenciado en Derecho por la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México. Inició sus activi..
OS LUSÍASDAS FAZEM PARTE DA HISTÓRIA DE PORTUGAL
10 de junho, dia de Camões, de Portugal e das Comunidades
Notícias de Gondomar, 30 de maio de 1998
Por Manuel Maria
10 de junho. No anterior regime, comemorava-se o dia da raça! Como se a nação portuguesa, depois de terem passado pela península tantos povos, mesmo antes da fundação da nacionalidade, e da diáspora iniciada com as descobertas, com a inevitável miscigenação, pudesse constituir, por si, uma raça.
Dia de Portugal. Lembro-me de, após o 25 de abril, ter surgido uma vaga com o intuito de mudar o Dia de Portugal para aquele que é hoje comemorado como o Dia da Liberdade. Creio mesmo ter sido a hipótese discutida na Assembleia da República. Confesso que, então, a minha juventude não me permitia discernir, com a conveniência que tal requer, a importância da escolha dos símbolos de um povo. E, no caso concreto, o símbolo era o dia representativo da nacionalidade. Hoje, porém, não duvido de que, por muito importante que seja a conquista da liberdade - e é-o sem quaisquer laivos de dúvida - todo o símbolo, e mais ainda o que está em causa, deve ser erguido à dimensão do mito e congregar, em torno de si, a maioria dos cidadãos, na impossibilidade da sua totalidade. Raros serão os que, hoje, contestam a figura de Camões, para o que muito tem contribuído a escola, nomeadamente, os programas da disciplina de Português, apesar dos inúmeros que, mesmo assim, ainda desconhecem as diversas vicissitudes por que passou e as inúmeras incompreensões e injustiças de que foi vítima, com ou sem lenda.
Não é digno de respeito o que não respeita os seus, mas menos digno ainda é o que não respeita os seus maiores. E Camões, mesmo existindo, nos bastou e, por não ser um mito, não se tornou menos mito, nem menos símbolo, pelo que, mais do que nenhum outro, nos criou.1
E contudo... Até a tença que obteve de D. Sebastião era irregularmente paga!
«Irás ao Paço. Irás pedir que a tença / Seja paga na data combinada. / Este país te mata lentamente / País que tu chamaste e não responde / País que tu nomeias e não nasce. / / Em tua perdição se conjuraram / Calúnias desamor inveja ardente / E sempre os inimigos sobejaram / A quem ousou mais ser que a outra gente. / E aqueles que invocaste não te viram / Porque estavam curvados e dobrados / Pela paciência cuja mão de cinza / Tinha apagado os olhos no seu rosto. / / Irás ao paço irás pacientemente / Pois não te pedem canto mas paciência. / / Este país te mata lentamente.»2
Dia de Camões. Do Poeta, cujo canto é um hino de altruísmo sublime e de desinteressado amor pátrio digno apenas dos eleitos, como o testemunham as palavras eloquentes da Dedicatória a D. Sebastião: «Vereis amor da pátria, não movido / De prémio vil: mas alto e quase eterno; / Que não é prémio vil ser conhecido / Por um pregão do ninho meu paterno. / Ouvi: vereis o nome engrandecido / Daqueles de quem sois senhor superno, / E julgareis qual é mais excelente, / Se ser do mundo Rei, se de tal gente.»3
Poeta e soldado, cujo ideal não o dispensava de ter «Numa mão sempre a pena e noutra a espada», ao cantar «Aqueles que por obras valorosas / Se vão da lei da Morte libertando», também ele se libertava da mesma lei da Morte: uma imortalidade cimentada nos valores da humildade.
Possuidor indesmentível de um estilo grandíloquo, não necessariamente por inspiração das ninfas, nunca a pena escorreu para a tentação do auto-elogio, reservando o discurso panegírico aos heróis do seu Canto. Mas também estes pareciam querer merecer a honra do criador, como se depreende das palavras de Vasco da Gama, quando, a solicitação do rei de Melinde, se prontifica a contar a História de Portugal: « - Mandas-me, ó Rei, que conte declarando / De minha gente a grão genealogia; / Não me mandas contar estranha história, / Mas mandas-me louvar dos meus a glória. / / Que outrem possa louvar esforço alheio, / Cousa é que se costuma e se deseja; / Mas louvar os meus próprios, arreceio / Que louvor tão suspeito mal me esteja»4. Poderíamos afirmar que, aqui, o Gama funciona por metonímia: o receio do Capitão era o receio do Poeta. E este sabia-o bem. Por isso, entrega ao Argonauta a expressão do seu amor pela Pátria, quando, diante do mesmo rei, ao localizar o Reino Lusitano na Península Ibérica, exclama: «Esta é a ditosa Pátria minha amada / À qual se o Céu me dá que eu sem perigo / Torne, com esta empresa já acabada5, / Acabe-se esta luz ali comigo.»
Não o moveram fingidos gostos, esperanças presumidas ou promessas vãs, como aqueles a quem se dirigiam as palavras do Vaticinador do Restelo, que o Poeta quis que tivesse a autoridade moral de um velho ancião, com um aspeto digno de veneração e «cum saber só de experiências feito»: «- Ó glória de mandar, ó vã cobiça / Desta vaidade a quem chamamos Fama! / [...] / Chamam-te ilustre, chamam-te subida, / Sendo digna de infames vitupérios.»6
Esta era a voz do chamado «bom senso». Como em qualquer decisão política de monta com que nos deparamos no dia-a-dia, também, na época, havia os favoráveis e os da oposição, e, como sempre, depois de tomadas as decisões, só a História se encarregará de as julgar, pelo menos à luz dos que têm poder para a fazer e interpretar.
Aparentemente, parecem em contradição a atitude atribuída ao Velho do Restelo e a atribuída a Vénus, ao conceder o prémio aos Argonautas Lusos na Ínsula Divina, mas só não compreenderá quem não entender a essência do ser dividido que é o humano, mais ainda se se trata de um génio. Por outro lado, não nos devemos esquecer das palavras de Thétis a Vasco da Gama: «Só para fazer versos deleitosos / Servimos7».
Seja como for, também me incluo nos que advogam que as palavras do Velho do Restelo não são mais do que o parecer e a argumentação dos que menos tinham a ganhar com as viagens, ou seja, o povo. Sim, porque - parece ser uma máxima intemporal - embora todos iguais, há sempre uns mais iguais do que outros... Sim, porque, aos mais iguais, o que interessava era o ouro, o vil metal de que fala o Poeta: «Este rende munidas fortalezas; / Faz traidores e falsos os amigos; / Este a mais nobres faz fazer vilezas, / E entrega Capitães aos inimigos; / Este corrompe virginais purezas, / Sem temer de honra ou fama alguns perigos; / Este deprava às vezes as ciências, / Os juízos cegando e as consciências. / / Este interpreta mais que subtilmente / Os textos; este faz e desfaz leis; / Este causa os perjúrios entre a gente, / E mil vezes tiranos torna os Reis. / Até os que só a Deus omnipotente / Se dedicam, mil vezes ouvireis / Que corrompe este encantador, e ilude, / Mas não sem cor, contudo, de virtude.»8
E, de resto, lembre-se, a propósito, o Auto da Índia, do mestre Gil Vicente.
Com mágoa profunda, Camões lamenta que, para além do infortúnio do seu fado, ainda tivesse de suportar a falta de reconhecimento ou a indiferença dos que deveriam ter para com ele deferimento. Era a medrança dos indignos em detrimento dos de merecimento (como ainda hoje em muitos casos!): «E ainda, Ninfas minhas, não bastava / Que tamanhas misérias me cercassem, / Senão que aqueles que eu cantando andava / Tal prémio de meus versos me tornassem: / A troco dos descansos que esperava, / Das capelas de louro que me honrassem, / Trabalhos nunca usados me inventaram, / Com que em tão duro estado me deitaram!»9
Qual voz duma consciência coletiva, seu canto zurziu o ócio, a cobiça, a ambição e a tirania : «Por isso, ó vós que as famas estimais, / Se quiserdes no mundo ser tamanhos, / Despertai já do sono do ócio ignavo, / Que o ânimo, de livre, faz escravo. / / E ponde na cobiça um freio duro, / E na ambição também, que indignamente / Tomais mil vezes, e no torpe e escuro / Vício da tirania infame e urgente; / Porque essas honras vãs, esse ouro puro; / Verdadeiro valor não dão à gente. / Melhor é merecê-los sem os ter, / Que possuí-los sem os merecer.»10
A maior mágoa, porém, a que macerava a sua alma de poeta épico, era a consciência da inércia e ausência de vitalidade em que mergulhava a Pátria, nada condizente com o seu canto: «Não mais, Musa, não mais, que a lira / Tenho destemperada e a voz enrouquecida / E não do canto, mas de ver que venho / Cantar a gente surda e endurecida. / O favor com que mais se acende o engenho / Não no dá a Pátria, que está metida / No gosto da cobiça e na rudeza / De ua austera, apagada e vil tristeza.»11
Era já o desconcerto da própria Pátria no seu mundo desconcertado: «Os bons vi sempre passar / No mundo graves tormentos; / E, para mais me espantar, / Os maus vi sempre nadar / Em mar de contentamentos. / Cuidando alcançar assim / O bem tão mal ordenado, / Fui mau, mas fui castigado. / Assim que, só para mim / Anda o mundo concertado.»12
Dia das Comunidades. Mas no sentido que lhe daria a alma do Poeta. Nunca no daqueles que, a coberto de vãs palavras de circunstância, apenas se lembram dos seus votos em época de eleições ou, então, de forma não menos vil, apenas se preocupam com as suas remessas para o equilíbrio da balança de pagamentos.
É urgente que o desconcerto do mundo deixe de ser uma fatalidade! Afinal, o homem pode comandar o seu destino!
"Ah! Camões, se vivesses hoje em dia,
tomavas uns antipiréticos,
uns quantos analgésicos
e Prozac todo dia.
Compravas um computador,
consultavas a Internet
e descobririas que essas dores que sentias,
esses calores que te abrasavam,
essas mudanças de humor repentinas,
esses desatinos sem nexo,
não eram feridas de amor,
mas somente falta de sexo!
EPISTOLÓGRAFOS & EPÍSTOLARIOS
Carta de São João da Cruz
A una doncella de Narros del Castillo (Avila)
Segovia, febrero 1589 ?
Jesús sea en su alma. El mensajero me ha tomado en tiempo que no podía responder cuando él pasaba de camino, y aún ahora está esperando. Déle Dios, hija mía, siempre su santa gracia, para que toda en todo se emplee en su santo amor, como tiene la obligación, pues sólo para (esto la crió y redimió).
Los tres puntos que me pregunta había mucho que decir en ellos, más que la presente brevedad y carta pide; pero diréle otros tres, con que podrá algo aprovechar en ellos.
Acerca de los pecados, que Dios tanto aborrece, que le obligaron a muerte, le conviene, para bien llorarlos y no caer en ellos, tener el menos trato que pudiere con gentes, huyendo de ellas, y nunca hablar más de lo necesario en cada cosa; porque de tratar con las gentes más de lo que puramente es necesario y la razón pide, nunca a ninguno, por santo que fuese, le fue bien; y con esto, guardar la ley de Dios con grande puntualidad y amor.
Acerca de la pasión del Señor, procure el rigor de su cuerpo con discreción, el aborrecimiento de sí misma y mortificación y no querer hacer su voluntad y gusto en nada, pues ella fue la causa de su muerte y pasión; y lo que hiciere, todo sea por consejo de su madre.
Lo tercero, que es la gloria, para bien pensar en ella y amarla, tenga toda la riqueza del mundo y los deleites de ella por lodo y vanidad y cansancio, como de verdad lo es, y no estime en nada cosa alguna, por grande y preciosa que sea, sino estar bien con Dios, pues que todo lo mejor de acá, comparado con aquellos bienes eternos para que somos criados, es feo y amargo y, aunque breve su amargura y fealdad, durará para siempre en el alma del que los estimare.
De su negocio yo no me olvido; mas ahora no se puede más, que harta voluntad tengo. Encomiéndelo mucho a Dios, y tome por abogada a nuestra Señora y San José en ello.
A su madre me encomiende mucho, y que haya ésta por suya, y entrambas me encomienden a Dios, y a sus amigas pidan lo hagan por caridad.
Dios la dé su espíritu.
De Segovia y febrero 1589.
Fray Juan de la Cruz.
Metamorfoses Literárias de um Pássaro Solitário
Foi publicada em 1988, com o título de Las Virtudes del Pájaro Solitario. Como se disse, é um romance que pretende devolver à Literatura Espanhola um texto destruído no século XVI. Trata-se de Las Propiedades del Pájaro Solitario, de Juan de Yepes, ou San Juan de la Cruz.
Pode parecer estranho que Goytisolo fale em resgate de um escritor reconhecido como um dos mestres da prosa castelhana e como grande poeta lírico espanhol. Entretanto, não é este o San Juan de la Cruz que mais lhe interessa. Pelo contrário. O que procura devolver é o San Juan existente para além da imagem cristalizada. É a proposta já anunciada no ensaio de 1969. Desde essa época o escritor se dispunha a “luchar sin piedad contra el mito”. Pois o mito, diz ele, “petrifica” e “falsifica” (1). Por isso é que, debaixo do mito do San Juan de la Cruz, clássico consagrado, há que buscar o artista censurado. E, como tal, ignorado quase até nossos dias. Numa entrevista sobre seu romance, Goytisolo se pronuncia com clareza a esse respeito: “San Juan de la Cruz [...] ha sido, es, hasta fecha reciente, un autor absolutamente, yo diria, desconocido” (2).
Goytisolo não exagerava ao afirmar o muito que se desconhece da criação de San Juan de la Cruz. Como se sabe, foi no século atual que começaram a ser investigados seus laços com a poesia e a mística orientais. Primeiro com Asín Palácios e, mais recentemente, com Luce López-Baralt. Esta linha de pesquisa tem despertado maior interesse desde 1991, quarto centenário da morte do poeta. Mas ainda estão quase inexploradas as relações entre San Juan e a literatura mística judaica, que, como se sabe, teve na Espanha medieval alguns de seus principais escritores, como Moisés de León.
Na recriação do texto perdido, Goytisolo faz emergir todos esses laços. Mas há outro aspecto da dissidência de San Juan de la Cruz que também sobressai em Goytisolo. É sua adesão a um projeto de reforma da vida religiosa. E sua disposição a seguir a iniciativa de uma mulher, também vista como suspeita de dissidência: Teresa de Ávila. Sabemos que acompanhá-la nesse projeto custou ao poeta ser preso como rebelde por seus antigos confrades. Tendo passado quase um ano no cárcere, sujeito a interrogatórios e maus-tratos, conseguiu fugir, arriscando a vida. Mas depois da morte de Teresa, caiu novamente em desgraça. Uma vez mais, San Juan foi condenado ao isolamento. Sua morte se deu na solidão e no desterro.
Há, portanto, um San Juan de la Cruz silenciado, e testemunha de vozes silenciadas. É este San Juan que Goytisolo vem resgatar. E, concretamente, o autor de um texto perdido, Propiedades del Pájaro Solitario. Não chegou até nós esse escrito sanjuanista. Desapareceu talvez depois da morte de Teresa, no tempo das perseguições. Sabemos que alguns amigos que conservavam escritos de San Juan de la Cruz tiveram de queimá-los para proteger o poeta. Uma testemunha nos fala da perda de um opúsculo, um tratadillo, como dizia. Seu título era precisamente Propiedades del pájaro solitario.
Pode também ser que o texto tivesse sido destruído pelo próprio autor. A hipótese de Goytisolo é que ele o tenha rasgado e engulido antes de fugir da prisão. Como se sabe, foi enquanto esteve preso que San Juan redigiu muitos de seus escritos. A crítica situa nesses anos a criação de quase toda a poesia de seu Cántico Espiritual. E é nos comentários ao Cántico que aparece uma alusão à figura do pájaro solitario. É possível, portanto, que uma primeira versão do texto fosse destruída pelo autor neste período.
Seja qual for o momento em que se deu, a destruição indica que o texto se havia tornado perigoso, aos olhos da censura político-religiosa. Isto é o que veio, depois de quatro séculos, despertar a atenção de Goytisolo. Temos aqui um exemplo esquecido da ruptura de uma tradição de diálogo intelectual. Isto é o que anima o escritor catalão a reconstituir num romance o tratadillo perdido.
Pode provocar estranheza que o escritor chame de romance o texto reconstituído. Os que se aproximam desta sua obra têm ressaltado a extrema complexidade de uma prosa lírica, construída com recursos geralmente associados à poesia. Entre eles, a presença de estruturações paralelísticas e a investigação verbal.
Mas já ficou dito que as obras desta segunda fase de Goytisolo assimilam plenamente as lições renovadoras da narrativa contemporânea. Além disso, é preciso ressaltar o valor da solução adotada neste caso. A recusa de se encerrar na rigidez de um gênero literário fazia parte da condição original do manuscrito perdido. As testemunhas diziam que o texto sanjuanista era um tratadillo, um pequeno tratado espiritual. Apesar disso, estava organizado em torno do pássaro solitário. Uma imagem, como se verá, associada à poesia lírica. Sabe-se também que a prosa em que San Juan de la Cruz comenta seus versos torna-os ainda mais alusivos e herméticos.
O romance de Goytisolo oferece ao leitor experiência semelhante. Cada leitura vai sugerindo visões inesperadas, como um caleidoscópio. Tudo nele parece fragmentário, como as folhas de um manuscrito rasgado.
Tudo, nas páginas parece mutante e contraditório. Logo de início se diz que o tempo é o deste “final del milenio” (3). Mas, simultaneamente, transforma-se no tempo dos interrogatórios inquisitoriais. Os lugares são também mutantes. Uma casa de encontros furtivos pode ser um campo de concentração; um estádio esportivo, tomado pelos hooligans, pode ser um auto-da-fé; uma ala de hospital psiquiátrico pode ser a prisão de um convento; os salões de um congresso sobre a obra sanjuanista podem ser a ante-câmara de espiões de uma guerra civil, ou de uma guerra fria…
As figuras humanas passam também por transformação contínua. A voz que narra fala de si ora no feminino, ora no masculino. Personagens femininas são também apresentadas como masculinas ou vice-versa: el Archimandrita, la Archimandrita, el Seminarista, la Seminarista. Características recorrentes, que levariam a identificar uma figura, inesperadamente são associadas a outras.
Toda a ação narrada parece entrecortada e desconexa. Logo de início uma aparição mortífera invade uma casa de encontros amorosos. De lá se espalha um vírus implacável (onde não é difícil perceber a alusão ao HIV). Desde então os infectados passam a ser vistos não só como enfermos, mas como subversivos. Tudo parece desenvolver-se numa relação dialética de repressão e de resistência. De evasão de hospitais e de campos de concentração. A obra apresenta-se, assim, estruturada como um verdadeiro labirinto.
A esta altura, pode-se concluir que uma distância imensa separa Goytisolo de San Juan de la Cruz. Mas seria engano. O romancista mesmo declara que toda a obra sanjuanista é a espinha dorsal de seu romance. E é ele também quem não hesita em afirmar que pretende devolver o texto rasgado e tragado pelo autor. A uma pergunta que lhe fizeram, o romancista assim respondeu:
“[...] este texto engullido, simbólicamente he procurado devolverlo yo, con toda mi humildad, a la literatura española, escribiendo Las ‘Virtudes del Pájaro Solitario’ O projeto de fazer ouvir as vozes silenciadas não é, portanto, puramente intelectual. É também um projeto afetivo. E nele é que se insere a obra que agora nos ocupa. Foi publicada em 1988, com o título de Las Virtudes del Pájaro Solitario. Como se disse, é um romance que pretende devolver à Literatura Espanhola um texto destruído no século XVI. Trata-se de Las Propiedades del Pájaro Solitario, de Juan de Yepes, ou San Juan de la Cruz.
Pode parecer estranho que Goytisolo fale em resgate de um escritor reconhecido como um dos mestres da prosa castelhana e como grande poeta lírico espanhol. Entretanto, não é este o San Juan de la Cruz que mais lhe interessa. Pelo contrário. O que procura devolver é o San Juan existente para além da imagem cristalizada. É a proposta já anunciada no ensaio de 1969. Desde essa época o escritor se dispunha a “luchar sin piedad contra el mito”. Pois o mito, diz ele, “petrifica” e “falsifica” (1). Por isso é que, debaixo do mito do San Juan de la Cruz, clássico consagrado, há que buscar o artista censurado. E, como tal, ignorado quase até nossos dias. Numa entrevista sobre seu romance, Goytisolo se pronuncia com clareza a esse respeito: “San Juan de la Cruz [...] ha sido, es, hasta fecha reciente, un autor absolutamente, yo diria, desconocido” (2).
Goytisolo não exagerava ao afirmar o muito que se desconhece da criação de San Juan de la Cruz. Como se sabe, foi no século atual que começaram a ser investigados seus laços com a poesia e a mística orientais. Primeiro com Asín Palácios e, mais recentemente, com Luce López-Baralt. Esta linha de pesquisa tem despertado maior interesse desde 1991, quarto centenário da morte do poeta. Mas ainda estão quase inexploradas as relações entre San Juan e a literatura mística judaica, que, como se sabe, teve na Espanha medieval alguns de seus principais escritores, como Moisés de León.
Na recriação do texto perdido, Goytisolo faz emergir todos esses laços. Mas há outro aspecto da dissidência de San Juan de la Cruz que também sobressai em Goytisolo. É sua adesão a um projeto de reforma da vida religiosa. E sua disposição a seguir a iniciativa de uma mulher, também vista como suspeita de dissidência: Teresa de Ávila. Sabemos que acompanhá-la nesse projeto custou ao poeta ser preso como rebelde por seus antigos confrades. Tendo passado quase um ano no cárcere, sujeito a interrogatórios e maus-tratos, conseguiu fugir, arriscando a vida. Mas depois da morte de Teresa, caiu novamente em desgraça. Uma vez mais, San Juan foi condenado ao isolamento. Sua morte se deu na solidão e no desterro.
Há, portanto, um San Juan de la Cruz silenciado, e testemunha de vozes silenciadas. É este San Juan que Goytisolo vem resgatar. E, concretamente, o autor de um texto perdido, Propiedades del Pájaro Solitario. Não chegou até nós esse escrito sanjuanista. Desapareceu talvez depois da morte de Teresa, no tempo das perseguições. Sabemos que alguns amigos que conservavam escritos de San Juan de la Cruz tiveram de queimá-los para proteger o poeta. Uma testemunha nos fala da perda de um opúsculo, um tratadillo, como dizia. Seu título era precisamente Propiedades del pájaro solitario.
Pode também ser que o texto tivesse sido destruído pelo próprio autor. A hipótese de Goytisolo é que ele o tenha rasgado e engulido antes de fugir da prisão. Como se sabe, foi enquanto esteve preso que San Juan redigiu muitos de seus escritos. A crítica situa nesses anos a criação de quase toda a poesia de seu Cántico Espiritual. E é nos comentários ao Cántico que aparece uma alusão à figura do pájaro solitario. É possível, portanto, que uma primeira versão do texto fosse destruída pelo autor neste período.
Seja qual for o momento em que se deu, a destruição indica que o texto se havia tornado perigoso, aos olhos da censura político-religiosa. Isto é o que veio, depois de quatro séculos, despertar a atenção de Goytisolo. Temos aqui um exemplo esquecido da ruptura de uma tradição de diálogo intelectual. Isto é o que anima o escritor catalão a reconstituir num romance o tratadillo perdido.
Pode provocar estranheza que o escritor chame de romance o texto reconstituído. Os que se aproximam desta sua obra têm ressaltado a extrema complexidade de uma prosa lírica, construída com recursos geralmente associados à poesia. Entre eles, a presença de estruturações paralelísticas e a investigação verbal.
Mas já ficou dito que as obras desta segunda fase de Goytisolo assimilam plenamente as lições renovadoras da narrativa contemporânea. Além disso, é preciso ressaltar o valor da solução adotada neste caso. A recusa de se encerrar na rigidez de um gênero literário fazia parte da condição original do manuscrito perdido. As testemunhas diziam que o texto sanjuanista era um tratadillo, um pequeno tratado espiritual. Apesar disso, estava organizado em torno do pássaro solitário. Uma imagem, como se verá, associada à poesia lírica. Sabe-se também que a prosa em que San Juan de la Cruz comenta seus versos torna-os ainda mais alusivos e herméticos.
O romance de Goytisolo oferece ao leitor experiência semelhante. Cada leitura vai sugerindo visões inesperadas, como um caleidoscópio. Tudo nele parece fragmentário, como as folhas de um manuscrito rasgado.
Tudo, nas páginas parece mutante e contraditório. Logo de início se diz que o tempo é o deste “final del milenio” (3). Mas, simultaneamente, transforma-se no tempo dos interrogatórios inquisitoriais. Os lugares são também mutantes. Uma casa de encontros furtivos pode ser um campo de concentração; um estádio esportivo, tomado pelos hooligans, pode ser um auto-da-fé; uma ala de hospital psiquiátrico pode ser a prisão de um convento; os salões de um congresso sobre a obra sanjuanista podem ser a ante-câmara de espiões de uma guerra civil, ou de uma guerra fria…
As figuras humanas passam também por transformação contínua. A voz que narra fala de si ora no feminino, ora no masculino. Personagens femininas são também apresentadas como masculinas ou vice-versa: el Archimandrita, la Archimandrita, el Seminarista, la Seminarista. Características recorrentes, que levariam a identificar uma figura, inesperadamente são associadas a outras.
Toda a ação narrada parece entrecortada e desconexa. Logo de início uma aparição mortífera invade uma casa de encontros amorosos. De lá se espalha um vírus implacável (onde não é difícil perceber a alusão ao HIV). Desde então os infectados passam a ser vistos não só como enfermos, mas como subversivos. Tudo parece desenvolver-se numa relação dialética de repressão e de resistência. De evasão de hospitais e de campos de concentração. A obra apresenta-se, assim, estruturada como um verdadeiro labirinto.
A esta altura, pode-se concluir que uma distância imensa separa Goytisolo de San Juan de la Cruz. Mas seria engano. O romancista mesmo declara que toda a obra sanjuanista é a espinha dorsal de seu romance. E é ele também quem não hesita em afirmar que pretende devolver o texto rasgado e tragado pelo autor. A uma pergunta que lhe fizeram, o romancista assim respondeu:
“[...] este texto engullido, simbólicamente he procurado devolverlo yo, con toda mi humildad, a la literatura española, escribiendo Las ‘Virtudes del Pájaro Solitario’
Para o modo epistolar puramente ficcional, pode não importar o destino de uma carta, porque o que importa é apenas o pretexto ou o exercício da escrita em si mesma, como bem se observa num romance epistolar pós-moderno como Novas Cartas Portuguesas (1998, 1ª ed., 1972), de Maria Isabel Barreno, Maria Teresa Horta e Maria Velho da Costa: “Pois que toda a literatura é uma longa carta a um interlocutor invisível, presente, possível ou futura paixão que liquidamos, alimentamos ou procuramos. E já foi dito que não interessa tanto o objecto, apenas pretexto, mas antes a paixão; e eu acrescento que não interessa tanto a paixão, apenas pretexto, mas antes o seu exercício.” (p.11). Este revolucionário livro epistolar é um pastiche criativo de uma famosa colectânea do século XVII, Lettres portugaises (1669), que se atribui a Soror Mariana Alcoforado, embora escrito por Guilleragues talvez a partir de cartas verdadeiras enviadas pela freira portuguesa ao cavaleiro de Chamilly, oficial francês em missão em Portugal. Estas cartas de amor são um marco na literatura europeia, fixando um certo modo de escrita que ficou então conhecido por escrita “a la Portugaise”, isto é, texto essencialmente notado pelo domínio das paixões sobre a razão e por uma certa irracionalidade do discurso. Como comenta Linda Kauffman, “The letters had such a phenomenal impact on both sides of the English Channel that to write ‘à la Portugaise’ became a veritable code for a certain style of writing-to-the-moment, at the height of passion and distress.” (1992, p.105). Ao contrário da estética defendida em Novas Cartas Portuguesas, as cartas da freira portuguesa são do tipo que exige algo mais do que o exercício puro da escrita epistolar, pois sem a referência do destino não há verdadeiramente carta amorosa. O que as une como modos epistolares de referência é um facto universal: podemos dizer, que as Novas Cartas Portuguesas e Lettres portugaises ilustram o tipo de epístola que Derrida analisa em La Carte postale (1980): uma carta é sempre escrita “em rasura”, quer nos refiramos a censuras internas (não sabemos quem escreve a quem em Novas Cartas Portuguesas e temos dificuldade de confirmação da autoria de Lettres portugaises) quer nos refiramos a censuras externas (o livro foi efectivamente censurado pelo Governo português de então), quer no refiramos ainda à simples ineficácia do serviço postal que pode condicionar o destino da carta. Derrida defende a tese de que uma carta pode sempre falhar o seu destino. A tese está defendida no famoso ensaio “Le facteur de la vérité” (Poétique, 21, 1975), que é um comentário do ensaio de Lacan “Le séminaire sur ‘La lettre volée’ ” (Écrits I, 1966), a propósito do conto “The Purloined Letter”, de Edgar Allan Poe. O título de Derrida joga com a ambiguidade do termo “facteur”, que em francês tem o duplo sentido de “carteiro” e “termo de uma operação matemática ou produto”, ambos servindo o objectivo do ensaio: questionar o postulado lacaniano de que uma carta chega sempre ao seu destino e, consequentemente, analisar o problema da destinação da verdade em psicanálise. Derrida acredita que o tempo presente dissipou a existência fundamental da epistolaridade, face ao triunfo das novas tecnologias.
No final do século XX, a epistolografia parece ser inconsequente quando está a desaparecer cada vez mais a prática da escrita de uma carta tradicional, face ao pragmatismo do fax, do telefax, do e-mail, da vídeoconferência, do chat, etc. Um romance epistolar curioso como O Defunto Elegante (1996), de Luísa Costa Gomes e Abel Barros Baptista, que se constrói como um troca ficcional de faxes e cartas entre dois emissores-receptores, abre precisamente com um mal de fim de século: a ansiedade das telecomunicações, que se sobrepõe à ansiedade da comunicação manuscrita: “Querida X.: Se falámos há pouco pelo telefone, vejo mal que razões tão «ponderosas» possam existir para que te escreva. A insistência com que tens alimentado esta correspondência deixa-me perplexo, e estou à espera, aliás, do momento em que confirmarei que não passa de mais um capricho, um desses traços do teu whimisical behaviour, como dizes, e a que me foste habituando de ano para ano. A distância ou a separação, creio eu, são factores irrisórios, pelo menos no mundo actual, moderno ou pós-moderno, como queiras, em que se comunica tele e tudo é móvel (...). Confesso, ou protesto mais uma vez, que escrever cartas me chateia, ou melhor, já que escrevo, me entedia: é assim uma espécie de logografia, em que se vai dizendo ou escrevendo seja o que for, porque o mais importante é haver carta, a carta em si mesma e por si mesma, dica ela o que disser. Aliás, se calhar, até acabas por ter razão: talvez se justifique escrever cartas quando não precisamos delas para falar com o outro ou com os outros.
O projeto de fazer ouvir as vozes silenciadas não é, portanto, puramente intelectual. É também um projeto afetivo. E nele é que se insere a obra que agora nos ocupa. Foi publicada em 1988, com o título de Las Virtudes del Pájaro Solitario. Como se disse, é um romance que pretende devolver à Literatura Espanhola um texto destruído no século XVI. Trata-se de Las Propiedades del Pájaro Solitario, de Juan de Yepes, ou San Juan de la Cruz.
Pode parecer estranho que Goytisolo fale em resgate de um escritor reconhecido como um dos mestres da prosa castelhana e como grande poeta lírico espanhol. Entretanto, não é este o San Juan de la Cruz que mais lhe interessa. Pelo contrário. O que procura devolver é o San Juan existente para além da imagem cristalizada. É a proposta já anunciada no ensaio de 1969. Desde essa época o escritor se dispunha a “luchar sin piedad contra el mito”. Pois o mito, diz ele, “petrifica” e “falsifica” (1). Por isso é que, debaixo do mito do San Juan de la Cruz, clássico consagrado, há que buscar o artista censurado. E, como tal, ignorado quase até nossos dias. Numa entrevista sobre seu romance, Goytisolo se pronuncia com clareza a esse respeito: “San Juan de la Cruz [...] ha sido, es, hasta fecha reciente, un autor absolutamente, yo diria, desconocido” (2).
Goytisolo não exagerava ao afirmar o muito que se desconhece da criação de San Juan de la Cruz. Como se sabe, foi no século atual que começaram a ser investigados seus laços com a poesia e a mística orientais. Primeiro com Asín Palácios e, mais recentemente, com Luce López-Baralt. Esta linha de pesquisa tem despertado maior interesse desde 1991, quarto centenário da morte do poeta. Mas ainda estão quase inexploradas as relações entre San Juan e a literatura mística judaica, que, como se sabe, teve na Espanha medieval alguns de seus principais escritores, como Moisés de León.
Na recriação do texto perdido, Goytisolo faz emergir todos esses laços. Mas há outro aspecto da dissidência de San Juan de la Cruz que também sobressai em Goytisolo. É sua adesão a um projeto de reforma da vida religiosa. E sua disposição a seguir a iniciativa de uma mulher, também vista como suspeita de dissidência: Teresa de Ávila. Sabemos que acompanhá-la nesse projeto custou ao poeta ser preso como rebelde por seus antigos confrades. Tendo passado quase um ano no cárcere, sujeito a interrogatórios e maus-tratos, conseguiu fugir, arriscando a vida. Mas depois da morte de Teresa, caiu novamente em desgraça. Uma vez mais, San Juan foi condenado ao isolamento. Sua morte se deu na solidão e no desterro.
Há, portanto, um San Juan de la Cruz silenciado, e testemunha de vozes silenciadas. É este San Juan que Goytisolo vem resgatar. E, concretamente, o autor de um texto perdido, Propiedades del Pájaro Solitario. Não chegou até nós esse escrito sanjuanista. Desapareceu talvez depois da morte de Teresa, no tempo das perseguições. Sabemos que alguns amigos que conservavam escritos de San Juan de la Cruz tiveram de queimá-los para proteger o poeta. Uma testemunha nos fala da perda de um opúsculo, um tratadillo, como dizia. Seu título era precisamente Propiedades del pájaro solitario.
Pode também ser que o texto tivesse sido destruído pelo próprio autor. A hipótese de Goytisolo é que ele o tenha rasgado e engulido antes de fugir da prisão. Como se sabe, foi enquanto esteve preso que San Juan redigiu muitos de seus escritos. A crítica situa nesses anos a criação de quase toda a poesia de seu Cántico Espiritual. E é nos comentários ao Cántico que aparece uma alusão à figura do pájaro solitario. É possível, portanto, que uma primeira versão do texto fosse destruída pelo autor neste período.
Seja qual for o momento em que se deu, a destruição indica que o texto se havia tornado perigoso, aos olhos da censura político-religiosa. Isto é o que veio, depois de quatro séculos, despertar a atenção de Goytisolo. Temos aqui um exemplo esquecido da ruptura de uma tradição de diálogo intelectual. Isto é o que anima o escritor catalão a reconstituir num romance o tratadillo perdido.
Pode provocar estranheza que o escritor chame de romance o texto reconstituído. Os que se aproximam desta sua obra têm ressaltado a extrema complexidade de uma prosa lírica, construída com recursos geralmente associados à poesia. Entre eles, a presença de estruturações paralelísticas e a investigação verbal.
Mas já ficou dito que as obras desta segunda fase de Goytisolo assimilam plenamente as lições renovadoras da narrativa contemporânea. Além disso, é preciso ressaltar o valor da solução adotada neste caso. A recusa de se encerrar na rigidez de um gênero literário fazia parte da condição original do manuscrito perdido. As testemunhas diziam que o texto sanjuanista era um tratadillo, um pequeno tratado espiritual. Apesar disso, estava organizado em torno do pássaro solitário. Uma imagem, como se verá, associada à poesia lírica. Sabe-se também que a prosa em que San Juan de la Cruz comenta seus versos torna-os ainda mais alusivos e herméticos.
O romance de Goytisolo oferece ao leitor experiência semelhante. Cada leitura vai sugerindo visões inesperadas, como um caleidoscópio. Tudo nele parece fragmentário, como as folhas de um manuscrito rasgado.
Tudo, nas páginas parece mutante e contraditório. Logo de início se diz que o tempo é o deste “final del milenio” (3). Mas, simultaneamente, transforma-se no tempo dos interrogatórios inquisitoriais. Os lugares são também mutantes. Uma casa de encontros furtivos pode ser um campo de concentração; um estádio esportivo, tomado pelos hooligans, pode ser um auto-da-fé; uma ala de hospital psiquiátrico pode ser a prisão de um convento; os salões de um congresso sobre a obra sanjuanista podem ser a ante-câmara de espiões de uma guerra civil, ou de uma guerra fria…
As figuras humanas passam também por transformação contínua. A voz que narra fala de si ora no feminino, ora no masculino. Personagens femininas são também apresentadas como masculinas ou vice-versa: el Archimandrita, la Archimandrita, el Seminarista, la Seminarista. Características recorrentes, que levariam a identificar uma figura, inesperadamente são associadas a outras.
Toda a ação narrada parece entrecortada e desconexa. Logo de início uma aparição mortífera invade uma casa de encontros amorosos. De lá se espalha um vírus implacável (onde não é difícil perceber a alusão ao HIV). Desde então os infectados passam a ser vistos não só como enfermos, mas como subversivos. Tudo parece desenvolver-se numa relação dialética de repressão e de resistência. De evasão de hospitais e de campos de concentração. A obra apresenta-se, assim, estruturada como um verdadeiro labirinto.
A esta altura, pode-se concluir que uma distância imensa separa Goytisolo de San Juan de la Cruz. Mas seria engano. O romancista mesmo declara que toda a obra sanjuanista é a espinha dorsal de seu romance. E é ele também quem não hesita em afirmar que pretende devolver o texto rasgado e tragado pelo autor. A uma pergunta que lhe fizeram, o romancista assim respondeu:
“[...] este texto engullido, simbólicamente he procurado devolverlo yo, con toda mi humildad, a la literatura española, escribiendo Las ‘Virtudes del Pájaro Solitario’.
Definición del amor.
El viernes pasado fui a un recital navideño de poesía en la Librería Bodet. Fue una recopilación muy interesante entre las poesías de San Juan de la Cruz (1542) y Santa Teresa de Jesús (1515). Los dos hablan del amor místico de una forma terrenal, casi erótica.
En el recital se leyó el poema Definición del amor, de San Juan de la Cruz, considerado de los mejores poetas en lengua hispana.
Este poema me encantó, se los comparto:
Definición del amor.
es amor un no se qué,
que viene no sé de dónde
en entra no sé por dónde
y mata no sé con qué.
es un toque delicado
que toca sin hacer ruido
y aveces quita el sentido
y sin saber como ha tocado;
y sin saber como fue,
se mueve no sé por dónde
y mata no sé con qué.
estase siempre de asiento,
y al punto que quiere luego
se mueve así como el fuego
desde el ondo firmamento;
mas aunque quieto esté
entonces no sé de donde,
se mueve no sé por dónde
y mata no sé con qué.
hace una divina herida
que causa gloriosa muerte,
esto no sé de qué suerte
que muere y queda con vida.
vése Dios y no se ve,
que no sé como se esconde,
y entra no sé por donde
y mata no sé con qué.
San Juan de la Cruz
Comentário
M. A. Soro Falces dijo...
Desde que el mundo es mundo, las relaciones entre hombre y mujer, han sido ,por atracción física y no pueden aguantar toda una vida, con la misma persona.
Crear sacramentos indisolubles, es poner puertas al campo, por ser imposible e ilógico.
Por ello, los sacerdotes, en el medievo, como ahora,toleran, que el sacramento, sea pisoteado,pues comprenden, la imposibilidad de ser fieles a los novios,durante toda una vida, antes, en y después del mismo, y lo único que les importa, es estar ellos como protagonistas del acto, aun cuando saben que nadie cumple las normas del mismo.
Una pena, la hipocresía sacerdotal, que no reconoce, la realidad, de que el sacramento, es y ha sido obsoleto siempre y ahora mas, cuando permiten casarse a la novia de blanco signo de pureza, cuando han llegado al altar después de años de convivir maritalmelmente.
Y siguen insistiendo, aun cuando los católicos, se casan por la Iglesia y se divorcian por lo civil, pues no creen en el sacramento y lo hacen, por tradición y por qué les parece la ceremonia mas bonita.
Una pena...un abrazo
SENOS
Sin senos no hay paraíso es una telenovela producida en Colombia, México y Estados Unidos por RTI para Telemundo. Es el remake de la serie colombiana Sin tetas no hay paraíso de Caracol Televisión que es una adaptación de la novela Sin tetas no hay paraíso, escrita por Gustavo Bolívar. Esta versión esta dirigida por Miguel Varoni y Ramiro Meneses, y protagonizada por la actriz colombiana Carmen Villalobos y el actor colombiano Fabián Ríos, junto a la también colombiana Catherine Siachoque.
Siempre se ha dicho que el hombre buscaba en el seno femenino el pecho materno, que su succión le llevaba directamente a la feliz etapa de la lactancia. Sería objeto de discusión esa interpretación freudiana. Lo cierto es que el seno de la mujer, una de sus maravillosas curvas, ha interesado desde la noche de los tiempos y ha evolucionado desde su noble función nutriente a icono erótico de nuestros días. Recordemos a la Venus de Willendorf que no era precisamente un ejemplo de belleza clásica, aunque sí de curvas, michelines diríamos ahora, pero deleitémonos en los senos marmóreos, entrevistos bajo las gasas de los vestidos, emergiendo traviesos por el descuelgue de las túnicas, de las estatuas clásicas, de esas nobles romanas erguidas en sus pedestales que ya cuidaban con mimo exquisito las curvas de sus cuerpos y buscaban su armonía. O esos senos de vírgenes de la pintura gótica que ofrecían una licencia erótica a su autor porque amamantaban al Niño Dios. O los turgentes, suaves, sedosos, de las ninfas del Renacimiento que, en actitudes procaces, recién salidas del solaz, mostraban sus bellas desnudeces pectorales en paisajes pastoriles.
Un insigne escritor, Ramón Gómez de la Serna, dedicó un hermoso y lírico libro al tema, SENOS, hizo un exhaustivo estudio literario de sus variedades: de limón, de pera, de cereza, caído de cabra, alzado, aplastado, picudo, separado…En cuanto a pezones los hay oscuros, sonrosados, estrellados, extendidos, en punta, hundidos… A buen seguro ahora sería considerado como políticamente incorrecto su tratado.
México Bárbaro: Una realidad que hay que ver.
Entramos al cafetal y era un hotel de lujo. Tenía spa, recorrido por los cafetales, restaurante y habitaciones en medio de los árboles donde pizcan el café, con una vista espectacular a los montes cubiertos de neblina espesa. Todo el ambiente era nebuloso.
Mientras caminamos montaña abajo Luis y yo encontramos unas casas de madera que no se parecían a las habitaciones que habíamos visto momentos antes. Eran unas galeras, un espacio abierto que solo la cubría la fachada de enfrente. Ahí dormía la gente y a un lado había cuatro puertas, eran letrinas que tenían que dar abasto a más de cien personas. Esos eran los cafetales de Tapachula, Chiapas.
La explotación laboral existe, Luis y yo la vimos en los cafetales, pero todos nosotros la vemos a diario en las calles de la Ciudad: Niños que piden dinero en las calles, recibiendo órdenes de sus padres o los jefes de su pandilla. Esa realidad está ahí, lo importante es verla, darnos cuenta que existe. Las redes de trata de personas existen, también para la explotación laboral.
México Bárbaro es un documental que explora esta realidad. Personajes que han sido víctimas de explotación o que son parte del engranaje para que ésta siga existiendo. Realidades de familias que cuatro meses viven en el campo sin un trato justo. Madres que adelante cargan al bebé y atrás sostienen los costales de granos de café. Hombres que mueren en los viñedos de Sonora.
Trabajar en la investigación de este largometraje, me abrió los ojos a muchas aristas de mi país, por un lado vivimos en una cadena de abusos interminable y por otro establecemos una realidad aparente, como el hotel de lujo y los galerones a menos de 500 metros de separación. Hay leyes que tratan de evitar estos abusos, pero son insostenibles por la República y sus leyes estatales. Hay hombres y mujeres que están trabajando para que esta ley se esclarezca, espero que los demás círculos de poder se lo permitan. Hay niños que tienen que dejar la escuela para ayudar a sus padres a sacar más dinero. Hay sociedades vulnerables como una vez nos dijo el Doctor Sadot Sánchez, uno de los encargados de la Ley Contra la Trata de Personas.